Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.
Mástil de soledad, prodigio isleño,
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.
Cuando te vi señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales,
como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.
Gerardo Diego, 1924
Historia
Este soneto inmortal nació el 4 de julio de 1924, cuando el escritor cántabro Gerardo Diego (Santander, 1896 – Madrid, 1987) llegó al monasterio de Santo Domingo de Silos en el viejo automóvil Ford de su amigo Mariano Granados para pasar una noche en la hospedería monacal. Al despedirse de los monjes dejó escrito en el libro de visitas, como original dedicatoria, el famoso poema que esa misma noche había compuesto en su celda. Durante mucho tiempo no existió más copia que esa. Años más tarde volverá al monasterio y compondrá un nuevo soneto menos conocido, “Primavera en Silos”, completando en 1936 su trilogía silense con otro poema, esta vez “Ausente”.
Sin embargo, muy pocos saben que, en la época en que se compuso el famoso soneto, el ciprés tenía tres hermanos olvidados, plantados uno en cada esquina del claustro. Cuando llegó Gerardo Diego dos habían sido recortados en forma de pequeños conos y el tercero “se había quedado muy chiquito y desparramado”, me explicó un día el abad Clemente Serna. Pronto los cipreses más pequeños desaparecieron. Sólo ha sobrevivido el situado en la zona con más luz, de una belleza única.
Otra curiosidad. Este ciprés, considerado el símbolo vivo del castellano, fue plantado por monjes franceses. Los restauradores galos del monasterio que, abandonado tras la Desamortización de 1836, fue recuperado de la ruina en 1880 por benedictinos del monasterio de Solesmes, en la región del Loira, los mismos que trajeron a España el canto gregoriano.
Primavera en Silos
Ahuyenta el sol los delicados hilos
de una lluvia viajera. Y, pregonero
del hondo y fresco azul , un novillero
ruiseñor luce su primor de estilos.
Los perales en flor, nuevos los tilos;
el ciprés, paraíso del jilguero.
Qué bien supiste, hermano jardinero,
interpretar la primavera en Silos.
Ay, santa envidia de haber sido un monje,
un botánico, un mínimo calonge
-frescor de azada y luz de palimpsesto-,
y un anónimo y verde día, cuando
Dios me llamase, hallarme de su bando
y decirle: "Bien sabes que estoy presto".
El ciprés de Silos (Ausente)
Cielo interior. Tu aguja se perfila
-oh, Silos del silencio- en mi memoria.
Y crece más su llama, ya ilusoria,
y más y más se pule y esmerila.
Huso, ya sombra, que mis suenos hila,
al sueño de la rueca, claustro o noria
rueda el corro de estrellas por la historia
y aquí en mi pozo tiembla y escintila.
Ciprés, clausura y vuelo, norma, eje,
de mi espiral espíritu rodando
la paz que en tus moradas se entreteje.
Quiero vivir, morir, siempre cantando,
y no quiero saber por qué ni cuándo.
Sálvame tú, ciprés, cuando me aleje.
Nacio en Providence, Estados Unidos, 20 de agosto de 1890, falleció el 15 de marzo de 1937. Fue un escritor estadounidense, autor de novelas y relatos de terror y ciencia ficción. Se le considera un gran innovador del cuento de terror, al que aportó una mitología propia (los mitos de Cthulhu), desarrollada en colaboración con otros autores y aún vigente. Su obra constituye un clásico del terror cósmico materialista, una corriente que se aparta de la temática tradicional del terror sobrenatural (satanismo, fantasmas), incorporando elementos de ciencia ficción (razas alienígenas, viajes en el tiempo, existencia de otras dimensiones). Cultivó también la poesía, el ensayo y la literatura epistolar.
Resumen
El extraño (o el intruso) es una soberbia obra donde el protagonista, de naturaleza inhumana, narra su vida. Tiene vagos recuerdos de su infancia, pero no puede precisar por qué se halla en el castillo que habita o quién lo crió durante sus primeros años de vida.
Todos sus recuerdos apuntan a que ha pasado la mayor parte de su vida en el castillo, envuelto en la eterna oscuridad, y rodeado por un denso bosque. Su única compañía han sido siempre los pequeños animales e insectos que moran en el castillo. No tiene idea de cómo es su aspecto o cómo suena la voz humana, ni siquiera la suya misma.
Cansado de su situación, un día decide afrontar los obstáculos que lo mantienen cautivo en el castillo y escala la alta torre negra que sobrepasa la altura de todo lo visible en los alrededores. A la luz de la luna, sale a la superficie, descubriendo que ha vivido siempre en un extraño mundo subterráneo. A lontananza, percibe una fiesta en otro castillo.
Al irrumpir en dicho lugar, descubre que hay un monstruo ahí, el cual ha causado la súbita huida de todos los invitados de la fiesta. Posteriormente, se revela la naturaleza del monstruo...
Definición: Una odisea es una sucesión de acontecimientos desagradables o arduos que le ocurren a una persona. Vivir una odisea supone atravesar diversas dificultades. También se conoce como odisea al viaje extenso donde abundan las situaciones adversas para el viajero.
La Odisea (en griego: Ὀδύσσεια, Odýsseia) es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Se cree que fue compuesta en el siglo VIII a. C., en los asentamientos que Grecia tenía en la costa oeste del Asia Menor (actual Turquía asiática). Según otros autores, la Odisea se completa en el siglo VII a. C. a partir de poemas que sólo describían partes de la obra actual. Fue originalmente escrita en lo que se ha llamado dialecto homérico. Narra la vuelta a casa del héroe griego Odiseo (Ulises en latín) tras la Guerra de Troya. Odiseo tarda diez años en regresar a la isla de Ítaca, donde poseía el título de rey, período durante el cual su hijo Telémaco y su esposa Penélope han de tolerar en su palacio a los pretendientes que buscan desposarla (pues ya creían muerto a Odiseo), al mismo tiempo que consumen los bienes de la familia.
La mejor arma de Odiseo es su mētis o astucia. Gracias a su inteligencia —además de la ayuda provista por Palas Atenea, hija de Zeus Cronida— es capaz de escapar de los continuos problemas a los que ha de enfrentarse por designio de los dioses. Para esto, planea diversas artimañas, bien sean físicas —como pueden serlo disfraces— o con audaces y engañosos discursos de los que se vale para conseguir sus objetivos.
El poema es, junto a la Ilíada, uno de los primeros textos de la épica grecolatina y por tanto de la literatura occidental. Se cree que el poema original fue transmitido por vía oral durante siglos por aedos que recitaban el poema de memoria, alterándolo consciente o inconscientemente. Era transmitida en dialectos de la Antigua Grecia. Ya en el siglo IX a. C., con la reciente aparición del alfabeto, tanto la Odisea como la Ilíada pudieron ser las primeras obras en ser transcritas, aunque la mayoría de la crítica se inclina por datarlas en el siglo VIII a. C. El texto homérico más antiguo que conocemos es la versión de Aristarco de Samotracia (siglo II a. C.). El poema está escrito usando una métrica llamada hexámetro dactílico. Cada línea de la Odisea original estaba formada por seis unidades o pies, siendo cada pie dáctilo o espondeo. Los primeros cinco pies eran dáctilos y el último podía ser un espondeo o bien un troqueo. Los distintos pies van separados por cesuras o pausas.
(San José, 20 de enero de 1881 - ibíd., 31 de octubre de 1958) fue un escritor, intelectual y educador costarricense. Nació en el cantón de Desamparados y estudió en el Liceo de Costa Rica. En 1899 obtuvo por suficiencia el bachillerato. Al año siguiente fue maestro en la escuela el Edificio Metálico, en San José.
El 1900 publica su obra El Moto, que tiene un carácter fundacional, ya que ha sido considerada por muchos como la primera novela costarricense y, por lo tanto, el punto de partida de la literatura de ficción de este país.
En 1901 fue enviado a estudiar al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Allí, en Santiago, vivió en la calle Carmen, cerca de Lira, y más tarde propuso a su amiga María Isabel Carvajal que adoptase los nombres de esas calles como seudónimo: fue así como la escritora pasó a ser conocida como Carmen Lyra.
En 1904 regresa a Costa Rica y trabaja como profesor de castellano en el liceo donde había estudiado. Pero a los seis meses debe abandonarlo, porque el gobierno de Ascensión Esquivel lo califica de subversivo y anarquista. Al año siguiente un nuevo gobierno lo vuelve a colocar como educador de secundaria hasta 1915, cuando es nombrado profesor y, después, director de la Escuela Normal.
Los Tinoco llegan al poder en 1918 a través de un golpe de estado y destituyen a Joaquín García Monge de ese puesto, quien entonces viaja a Nueva York buscando apoyo para producir una revista cultural. A la caída de la dictadura de los hermanos Tinoco, en 1919, el nuevo gobierno democrático lo nombra secretario (ministro) de Instrucción Pública. Ese mismo año comenzó a publicar su revista Repertorio Americano.
Dirigió la Biblioteca Nacional durante 16 años, hasta que fue destituido por el gobierno de León Cortés Castro.
Pensador e intelectual activo, participó junto a Carmen Lyra en la fundación del Partido Alianza de Obreros, Campesinos e Intelectuales (1929), organización considerada como la primera ideológica de Costa Rica y que se disolvió en 1931 para darle paso al Partido Comunista Costarricense.
En 1935 la Sociedad de Naciones lo invitó en calidad de observador a Ginebra.
Sus últimos años los dedicó a la militancia política y sobre todo al trabajo de edición de su Repertorio Americano, que estuvo publicándose por casi 40 años, hasta su muerte el 31 de octubre de 1958 y cuya influencia fue continental. Seis días antes la Asamblea Legislativa lo nombró Benemérito de la Patria.
Resumen
En el inicio de esta novela de Joaquín García Monge, el autor nos remonta en el espacio físico donde se desarrollará la obra, Desamparados, que antes no se le conocía con ese nombre, si no con el de Dos Cercas y se le cambió el nombre para ponerla bajo el Patronato de la Virgen de los Desamparados. Se habla de su más que rescatable posición topográfica, con espectaculares vistas y la seguridad de que sus casas no se las llevaran el río ni el viento. También nos cuenta sobre la sociedad patriarcal en esa época de los alrededores de el final del siglo XIX, donde las decisiones estaban ligadas a la voluntad del cura Yanuario Reyes, el Alcalde, el Cuartelero y el maestro de escuela don Frutos, y por supuesto las familias adineradas como la de Soledad Guillén, que será una sobre las cuales se desarrolle la trágica historia.
Crónica de una muerte anunciada - Gabriel García Márquez
Crónica de una muerte anunciada es una novela del escritor colombiano Gabriel García Márquez, publicada por primera vez en 1981. Fue incluida en la lista de las 100 mejores novelas en español del siglo XX del periódico español «El Mundo».
Para García Márquez, su novela representó un acercamiento entre lo periodístico y lo narrativo, y una aproximación a la novela policíaca. La historia contada se inspira en un suceso real, ocurrido en 1951, del que el autor tomó la acción central (el crimen), los protagonistas, el escenario y las circunstancias, alterándolo narrativamente, pero sin descuidar nunca los datos y las precisiones obligadas en toda crónica periodística.
En un pequeño pueblo, cercano a Cartagena (Colombia) en la costa del Caribe y prácticamente aislado, se casan Bayardo San Román, rico y recién llegado, y Ángela Vicario. Tras celebrar su boda, los recién casados se retiran a su nueva casa, después de lo cual Bayardo descubre que su esposa no es virgen. Cuando lo descubre, devuelve a Ángela Vicario a la casa de sus padres donde la madre de la chica la muele a golpes. Ángela culpa de lo sucedido a Santiago Nasar, joven y querido vecino del pueblo.
Los hermanos Vicario -Pedro y Pablo-, obligados por la defensa del honor familiar, anuncian a la mayoría del pueblo (por divulgación) que matarían a Santiago Nasar; quien curiosamente no se entera, sino minutos antes de morir, de las intenciones de los hermanos Vicario. Éstos, después de considerarlo en varias ocasiones, acaban matándolo en la puerta de su casa, a la vista de la gente que no hizo o no pudo hacer nada para evitarlo. Pasados 27 años, el mejor amigo de Santiago (el que resulta el narrador) reconstruye los hechos, ya que él fue testigo.
Años después, Ángela Vicario estaría escribiéndole cada día a Bayardo, primero formalmente, después con cartas de joven enamorada y, finalmente, fingiendo enfermedades. Así pues, Bayardo San Román vuelve 27 años después, claramente desmejorado y con toda la correspondencia sin abrir.
De este carácter real y verídico viene el nombre de crónica, que no sólo aparece en el título de la novela, sino que la orienta estructuralmente, ya que, desde el comienzo, lo que pretende el narrador es la recopilación de datos y testimonios, que de alguna manera puedan ayudar a entender el porqué del asesinato de Santiago Nasar, lo inevitable del mismo, así como los perfiles humanos y psicológicos de todos los personajes que tuvieron, por acción y omisión, algo que ver con el funesto suceso.
Personajes
Una característica del libro es la extensa cantidad de personajes, debido a que, al ser un pueblo pequeño, todos directa o indirectamente en él tuvieron participación o mención en la historia.
Hay un personaje colectivo que es el pueblo, que conoce de manera anticipada la muerte de Santiago y no hace nada por evitarla.
Santiago Nasar. Hombre de 21 años que abandona los estudios de secundaria tras fallecer su padre para dirigir "El Divino Rostro", una hacienda que este le dejó en herencia. Es un personaje de cabellos rizados, soñador, pálido, alegre y que no se mete en líos, asesinado por los hermanos Vicario tras ser señalado por la hermana de estos como el que le quitó la virginidad. Al igual que su padre, abusa sexualmente de las sirvientas de la hacienda en secreto. Es muy querido por el pueblo.
Ángela Vicario. Mujer de Bayardo San Román, quien fue devuelta en su noche de bodas al no llegar virgen al matrimonio, ella culpa a Santiago Nasar.
Ibrahim Nasar. Árabe difunto padre de Santiago Nasar. Se hace notar que él hablaba en árabe con su hijo y él así le contestaba y lo remarca como un hecho extraño ya que no era normal a partir de la tercera generación (a la que pertenece Santiago). Tuvo un amor secreto con Victoria Guzmán y abusó de ella. Enseñó a su hijo el valor y la prudencia. Estaba interesado en los caballos y aves de presa altas. Compró un depósito que estaba en desuso y lo convirtió en una casa para vivir.
Victoria Guzmán. Cocinera de la familia de Santiago Nasar. Antes de ser la cocinera, fue amante de Ibrahim Nasar.
Divina Flor. Hija de Victoria Guzmán. Sabe que tarde o temprano será la amante —lo quiera o no— de Santiago Nasar.y que su madre la protege para que no se la lleven a la cama
El obispo. Aborrece el pueblo, al punto de pasar en su buque frente él, sin bajarse.
Plácida Linero. La madre de Santiago Nasar. Su hijo es asesinado en la puerta principal de su propia casa, tras que su madre la cerrara pensando que éste se encontraba en su interior.
Luisa Santiaga. Madre del narrador, y por tanto de Margot, Luis Enrique, una hija monja y Jaime; madrina de bautismo de Santiago Nasar, en honor a quien éste fue nombrado.
Pedro Vicario. Hermano de Ángela Vicario, gemelo de Pablo Vicario. Toma la iniciativa de matarlo, aunque no estén muy convencidos. Tiene 24 años
Margot. Hermana del narrador.
Jaime. Hermano menor del narrador.
Luis Enrique. Hermano del narrador.
Padre Carmen Amador. Párroco del pueblo y ex-estudiante de medicina. Le hace una autopsia muy poco exacta al muerto.
Cristóbal "Cristo" Bedoya. Amigo de Santiago Nasar. Intentó, sin éxito, evitar su muerte.
Lázaro Aponte. Coronel retirado y alcalde del pueblo. Es la única persona del pueblo que se atreve a hacer algo contra el asesinato al decomisarles los cuchillos a los asesinos, aunque ellos fueron por otros.
Flora Miguel. Novia de Santiago Nasar desde la escuela, y se iban a casar en el año en que lo mataron.
Bayardo San Román. Forastero rico que se casó con Ángela Vicario pero la devolvio con su familia por que no era virgen
Magdalena Oliver. Vecina del pueblo en el que el protagonista vive.
Poncio Vicario. Padre de Ángela Vicario.Persona ciega.
Purísima del Carmen o Pura Vicario. Madre de los gemelos (Pablo y Pedro) y de Ángela Vicario.
Mercedes Barcha. Futura esposa del narrador.
María Alejandrina Cervantes. Dueña de un prostíbulo del pueblo. Santiago Nasar estuvo enamorado de ella en la adolescencia pero su padre árabe los separo
Clotilde Armenta. Dueña de la tienda de leche de la plaza.
Rogelio de la Flor. Marido de Clotilde Armenta.
General Petronio San Román. Padre de Bayardo San Román.
Alberta Simonds. Madre de Bayardo San Román.
Faustino Santos. Carnicero del pueblo. Ve a los gemelos Vicario afilar sus cuchillos aunque no hace nada ya que cree que están borrachos.
Leonardo Pornoy. Agente de policía. Cuando le notifican que los hermanos Vicario estaban decididos a matar a Santiago Nasar, informan de ello a Lázaro Aponte.
Doctor Dionisio Iguarán. Doctor del pueblo, primo hermano de Luisa Santiaga.
Hortensia Baute. Vecina del pueblo.
Prudencia Cotes. Novia de Pablo Vicario.Lo espera hasta que sale de la cárcel.
Suseme Abdala. Matriarca de la comunidad de árabes asentados en el pueblo.
La monja. Hermana del narrador.
Próspera Arango. Retrasa a Cristo Bedoya cuando le pide que haga algo por su padre que estaba agonizando en el sardinel de su casa, inmune a la bendición fugaz del obispo.
Meme Loaiza. Atestiguó los hechos.
Aura Villeros. Comadrona del pueblo.
Polo Carrillo. Dueño de la planta eléctrica. No le agradaba Santiago Nasar.
Fausta López. Mujer de Polo Carrillo. Tenía un mal concepto de los turcos.
Indalecio Pardo. Amigo de la familia de Santiago Nasar.
Escolástica Cisneros. Atestiguó los hechos.
Sara Noriega. Dueña de la tienda de zapatos.
Celeste Dangond. Vecino del pueblo.
Yamil Shaium. Árabe antiguo socio de Ibrahim Nasar y buen amigo de la familia.
Viudo de Xius. Viudo de Yolanda de Xius, y dueño original de la casa más bella del pueblo, que es comprada por Bayardo San Román.
El alma de Yolanda de Xius. Le confirma al Coronel Lázaro Aponte en una Misa de espiritismo que era ella quien estaba recuperando para su casa de la muerte los cachivaches de la felicidad. El Viudo de Xius sabía lo que estaba sucediendo y estaba encantado por esto.
Wenefrida Márquez. Tía del narrador, vive en frente de Santiago Nasar y fue la última que lo vio con vida.
Nahir Miguel. Padre de Flora Miguel, novia de Santiago Nasar. Es de Barba colorada, y el varón sabio de la comunidad.
Poncho Lanao. Vecino de Santiago Nasar, vive en la casa contigua a éste.
Argénida Lanao. Hija de Poncho Lanao.
Juez instructor. Bastante joven. Es su primer caso. Mandado para aclarar el crimen, concluye que Santiago Nasar no fue el que le quitó la virginidad a Ángela Vicario.
El narrador. Amigo de Santiago y quien reconstruye la historia.
Temas
La imposibilidad de acceder al conocimiento de la verdad es uno de los aspectos de la novela que más llaman la atención, ya que deja sin aclarar un aspecto fundamental de la historia: cómo fue posible que el asesinato de Santiago Nasar no pudiese llegar a ser evitado dadas las circunstancias públicas en que se desarrolló. Dado que la novela se presenta como la reconstrucción casi periodística de unos hechos reales a través de una minuciosa investigación, la conclusión de la misma dejando sin resolver aspectos tan esenciales pone de manifiesto la dificultad extrema de alcanzar en ocasiones el conocimiento de la verdad, sobre todo, cuando, como es el caso, se indaga con cierta profundidad en los hechos.
Se presenta un choque entre la casualidad y el destino. La muerte anunciada que nadie creyó y los pocos que la tomaron como cierta no la pudieron detener. La puerta que se cierra segundos antes de que Santiago Nasar pudiera entrar y como ese día había roto la costumbre, decidiendo salir por la puerta principal en vez de por la de la cocina.
La violencia no sólo en lo que se refiere en la ejecución del crimen sino también en otras dimensiones de la historia; se trata de la violencia presente en la vida cotidiana: el machismo, el sentimiento irreprimible de venganza obligado por un cruel código de honor. Además, el lenguaje utilizado potencia esa violencia.
El honor es un implacable mecanismo de venganza al que hay que acudir para restaurar el orden de la moral colectiva; no admite vacilación ni demora para ser restaurado y es obligación inexcusable; además, el honor legitima y sublima cualquier conducta (por ejemplo, el cura Carmen Amador considera que los Vicario han probado su hombría, recuperando su dignidad y el honor de su familia).
La religión y las creencias de los individuos se presenta como una mezcla de fetichismo, superstición, milagrería, credulidad y simplismo; se incluye aquí, también, el tema de la figura del obispo y su visita frustrada, tratado desde un punto de vista crítico, con matices paródicos, irónicos, etc.
Técnica narrativa
La novela se presenta como la reconstrucción de una historia: un narrador en primera persona y testigo de algunos hechos asume, años después del suceso, la función de investigador para reconstruir la historia mediante informes, cartas, testimonios diversos y su memoria (pues él mismo estuvo en el pueblo el día de la boda). El punto de vista desde el que se narra la historia es cambiante, hay multi-perspectivismo, en tanto que la visión de los hechos se presenta no sólo desde el punto de vista del narrador, sino también de los demás personajes (protagonistas y testigos de los hechos). A veces coinciden, pero en otras ocasiones se contradicen; la historia se presenta, entonces, como ambigua, llena de dudas, sobre todo en lo que se refiere a quién fue quien 'deshonró' a Ángela o, por ejemplo, el clima del día; que varía de ser lluvioso y nublado a ser de un soleado cegador, según los testimonios.
El narrador presenta la historia dividida en cinco partes (cada una de las cuales desarrolla temas concretos y gira alrededor de los diferentes protagonistas) alterando la ordenación de los hechos y su ordenación temporal. El tiempo fluye de forma alineal, circular y caótico, consiguiéndose a través de anticipaciones, retrocesos, reiteraciones, superposiciones, elipsis, etc. El resultado es una especie de 'rompecabezas'. La novela presenta una estructura cerrado-circular: la muerte de Santiago a manos de los Vicario, anunciada súbitamente en las primeras líneas, es el motivo narrativo que, con pormenorizado y macabro tratamiento, cierra también la historia. La novela presenta abundantes diálogos (fragmentarios y breves, y en estilo directo normalmente, con lo que se logra cortar el ritmo narrativo, introduciendo variedad en la narración y en el estilo) y fragmentos descriptivos (de objetos, personajes, escenarios, ambientes). Lo estrictamente narrativo se reduce a pasajes breves, recurrentes, que, en muchas ocasiones, están enmarcados dentro de descripciones.
Estilo narrativo
Oscila entre el uso de la lengua oral, en un registro coloquial o familiar, y el uso del la lengua escrita, en un registro culto-literario, con fuerte retoricismo y con matices de ironía, humor, fantasía, sensualismo, etc.
Se percibe claramente la influencia del género periodístico, visible ya desde el propio título ("crónica").
Hay un gran número de personajes enmarcados en los hechos, característica renuente en las obras de Gabriel García Márquez. Esto permite a la historia dotarse de las múltiples perspectivas, de los diversos testimonios y de juicios de valor que nutren la trama. La narración manifiesta un claro gusto por el detalle y por la puntualización de todos los pormenores.
El realismo mágico se observa en el gusto por insertar lo extraordinario dentro de la normalidad de lo cotidiano. Se aprecia en la forma en que el olor de Santiago Nasar permaneció en los gemelos Vicario días después de muerto, la aparición de un "pájaro fluorescente", una especie de ánima sobre la iglesia del pueblo; la mención del alma de la viuda de Xius quien dice estar haciendo todo lo posible para recuperar sus cachivaches y su casa de muerte.